Por cuarto año consecutivo (y visto lo visto, cada vez más se va popularizando) se celebra el día Internacional del Yoga.
Este año, se suman a las propuestas cientos de eventos que se desarrollan por toda la península, desde clases gratuitas, presentaciones de libros sobre yoga o ejecutar los 108 saludos al sol para celebrar el Solsticio del verano, pero en todos ellos, se destaca el importante papel de una vida sana en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y en reconocimiento de su popularidad universal y sus beneficios para la salud física y mental.
Yoga es una práctica física, mental y espiritual de tradición antigua y que se originó en la India. La palabra proviene del sánscrito y significa unidad porque simboliza la unión del cuerpo y la mente.
En la actualidad se practican en varias formas y su popularidad crece en el mundo. Eso no cabe ningún lugar a duda.
Según palabras del primer ministro indio, Narendra Modi, mientras presentaba en 2014 ante los Miembros Estados de la ONU, el proyecto de resolución para crear el Día Internacional del Yoga, dijo: «el yoga es un don inestimable de nuestra antigua tradición. El yoga representa la unidad de la mente y el cuerpo, el pensamiento y la acción. Es importante coordinar todos esos aspectos. Ese enfoque holístico es valioso para nuestra salud y nuestro bienestar. No se trata solo de ejercicios, se trata de una manera de descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza».
Pero eso no es todo: