Como continuación a la petición de Paola Soledad Ramos para que hable sobre la osteoporosis, hoy voy a dedicar mi post sobre ello.
La osteoporosis se caracteriza por una reducción de la masa ósea responsable de un aumento de la fragilidad de los huesos y, en consecuencia a la larga, de fracturas espontáneas.
Unos hábitos dietéticos saludables llevados a lo largo de toda la vida, desde las infancia, son la clave de la prevención y el tratamiento de esta enfermedad.
Se debe estimular el consumo diario de calcio para conservar al menos la cantidad diaria recomendada según la edad.
La mayoría del hueso se forma durante la niñez y la adolescencia, por lo que para conseguir un adecuado y máximo pico de masa ósea, es necesario el consumo generoso de calcio.
Las dosis recomendadas son:
Niños 0-6 meses 500 mg de calcio al día.
Niños 6-12 meses 600 mg al día.
Niños 1-5 años 800 mg al día.
Niños 6-10 años 800 mg al día.
Niños 11-18 años: 1000-1300 mg al día.
Jóvenes adultos (hasta 24 años) 1000-1300 mg al día.
Durante la edad adulta 800-1000 mg de calcio al día.
Durante el embarazo y la lactancia 1300-1600 mg de calcio al día.
Durante la menopausia y la 3a. edad 800-1200 mg de calcio
La mejor fuente de Calcio es la leche y sus derivados, queso, yogur y otras leches fermentadas. La mantequilla sin embargo no. Las leches desnatadas tienen la misma cantidad de este mineral que las enteras. Lógicamente las leches enriquecidas con calcio contienen una mayor cantidad de calcio asimilable por el organismo, por lo que son las más recomendables.
Los frutos secos y las legumbres son ricas en calcio pero la absorción por nuestro organismo es menor.
Carnes, pescados, frutas y verduras tienen cantidades discretas de este mineral, pero por su contenido en aminoácidos y vitaminas son muy recomendables en la dieta.
Para que la formación del hueso sea adecuada debe existir un consumo apropiado de fósforo. Normalmente no existen deficiencias de este mineral, ya que se encuentra en la mayoría de los alimentos. Cabe destacar su contenido en frutos secos, legumbres y cereales (trigo, avena, y arroz integral).
La vitamina D es muy importante en la regulación de la absorción de calcio y fósforo y por tanto en la mineralización y formación del hueso, por lo que es imprescindible durante el crecimiento.
El organismo es capaz de sintetizar esta vitamina a través de la exposición a la luz del sol, por lo que no es necesario tomar suplementos en la dieta.
Conviene moderar el consumo de sal, ya que junto con las proteínas, contribuyen a la perdida de calcio al inhibir la absorción de la vitamina D.
Las vitaminas A, C y K también participan en la formación de hueso por lo que es conveniente no descuidarlas.
Una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, pescado y lácteos, cubrirá nuestros requerimientos de estas vitaminas.
Diversos estudios muestran la posibilidad de que las isoflavonas presentes en la soja incrementen la densidad ósea en mujeres postmenopaúsicas reduciendo el riesgo de osteoporosis, por lo que es un alimento que es conveniente incluir en la dieta.
En conclusión, se recomienda tomar calcio, fósforo y vitaminas necesarias, hacer ejercicio y tomar el sol moderadamente; moderar el consumo de sal y evitar los «ladrones de hueso» que son los tóxicos como el café, el tabaco, el alcohol, (en cantidades desmesuradas), aunque esto no significa que no se pueda tomar una copa de vino o una taza de café de vez en cuando.
Besos desde mi blog!!!!