A no ser que seáis alérgicos a ellas, claro… ¿Pero? ¿Las nueces están prohibidas para las personas que quieren perder peso o adelgazar? Estoy segura que alguno de vosotros contestará que sí. Pues estáis equivocados.
A la hora de analizar su composición nutricional, rápidamente sale a la vista que es un alimento rico en grasas. De hecho, más del 60% de la nuez es grasa. Sin embargo, se trata de ácidos grasos sumamente saludables, ya que contiene ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 en proporciones óptimas.
Ello las convierte en una gran ayuda para el sistema cardiovascular (diversos estudios lo avalan), y para conservar en buen estado las neuronas (y prevenir enfermedades degenerativas como Alzheimer). Además, los ácidos grasos presentes en las nueces ayudan a disminuir el colesterol LDL (el conocido como “colesterol malo”).
El otoño ha llegado para quedarse y con él las típicas molestias en forma de enfermedades y trastornos como los catarros, las alergias y el reúma. En este post vamos a ofreceros unas cuantas ideas para prevenirlas y combatirlas gracias a un ingrediente mágico: las nueces.
Las nueces son el fruto seco del otoño, no sólo porque es cuando se encuentran en su mejor momento (su temporada va de septiembre a noviembre), sino porque las nueces nos aportan los nutrientes necesarios para combatir las afecciones más comunes durante esta estación del año.
– Astenia otoñal. Sí, habéis leído bien. En otoño también podemos sufrir los típicos síntomas de la astenia debido sobre todo a la drástica disminución de las horas de luz, (y el cambio de horario) la bajada de temperaturas, la vuelta a la rutina y la consiguiente monotonía después del verano; todo lo cual conduce a muchas personas a la tristeza y la apatía.
Las nueces son grandes aliadas para combatir esta astenia ya que contienen triptófano, el aminoácido que ayuda a generar serotonina y que, por tanto, puede levantar el estado de ánimo.
Otro de los alimentos perfectos para combatir la apatía es el chocolate, ya que este alimento, siempre que contenga más de un 70% de cacao, estimula las capacidades cognitivas y, gracias a su alto contenido en teobromina mejora la concentración y el estado de ánimo.
– Catarros y gripes. Durante el otoño los resfriados y las gripes se multiplican y una vez contraídos, poco podemos hacer fuera de aliviar los síntomas y es ahí donde las nueces juegan un papel muy importante gracias a su elevado contenido en zinc.
El zinc ayuda a prevenir la infección ya que fortalece el sistema inmune, pero además mejora algunos de los síntomas como la mucosidad, los estornudos y los dolores de garganta y musculares. Una ensalada que contenga nueces es perfecta para ayudar a prevenir y combatir las gripes y los catarros. Si además le añadimos arándanos y kiwi, ambas frutas muy ricas en vitamina C y E y queso de cabra, un alimento con altos niveles de prebióticos que mejoran la flora intestinal y el sistema inmunológico, aumentaremos la capacidad de absorción del calcio y la sintetización de la vitamina B.
– Alergia asmática. Durante el otoño se producen muchos casos de reacciones alérgicas a los ácaros ya que los interiores se ventilan mucho menos y es precisamente ahí donde se encuentran estos pequeños bichitos que pueden llegar a ser una auténtica pesadilla. Pues bien, una reciente investigación de la Johns Hopkins Medicine ha confirmado que añadir más ácidos grasos omega-3 a la dieta, principalmente los procedentes del salmón y las nueces, reduce los síntomas del asma en niños especialmente los provocados por la contaminación del aire interior, la exposición al polvo o materiales de limpieza.