Perder peso ganando músculo. No. No es fácil. Cuando queremos adelgazar, perdemos masa grasa y masa muscular (a no ser que tomemos unas medidas adecuadas). Si volvemos a engordar recuperaremos la cantidad de grasa perdida, más la nueva cantidad de grasa que hayamos podido volver a acumular, mientras que nuestra masa muscular continuará igual de delgada (o más).
adelgazar
Para que lo entendáis: cuando adelgazamos, lo hacemos 50% de grasa y 50% de músculo, pero cuando volvemos a engordar, solamente engordamos 100% de grasa. Cuando se sigue una dieta para adelgazar, solemos perder grasa, pero también perdemos músculo (a no ser que tomemos unas medidas adecuadas), y de eso hablaremos en este post.
Por ello es necesario alimentar nuestros músculos convenientemente, aunque estemos a dieta. Tener una masa muscular adecuada es un punto básico para gozar de vitalidad y buena salud. (Tampoco estoy hablando de masas musculares del nivel de culturismo).
El músculo requiere de más energía, así que un cuerpo con una buena masa muscular tendrá un metabolismo energético más efectivo (es decir, que podrá ingerir más calorías sin acumular grasa ya que el músculo las metabolizará).
Algunos alimentos necesarios para alimentar correctamente a los músculos, y para darles los nutrientes que requieren para su mantenerles en buen estado y óptimo funcionamiento son:
De la misma manera que cada año se crea una tendencia con la ropa, diseños, cosméticos, muebles y colores, también se crean tendencias “foodies” y “healthies”. Lo que en castellano diríamos “Comida saludable” o más allá de ello, lo consideraríamos súper alimentos (o alimentos funcionales) por su riqueza en nutrientes esenciales como vitaminas, los minerales o los antioxidantes de toda clase.
Cabe destacar que la mayoría de super alimentos son de origen vegetal y ya veréis como tendrán un protagonismo en la cesta de la compra, y/o por lo menos en las publicaciones de este año.
El azafrán, la rhodiola, la grosella espinosa de la India, la witania, la amapola californiana, la pasiflora, la naranja sanguina y las uvas por su riqueza en nutrientes esenciales como las vitaminas, los minerales o los antioxidantes de toda clase, son los elementos que marcan tendencia este año para tener una salud mejor y envejecer más lentamente. (Ya os aviso que, a parte de estos, hay muchos otros alimentos que también deberían incluirse a diario en la dieta), pero hoy no hablaremos de ellos.
La alimentación es la base de la salud, sin embargo, los modernos sistemas de producción han empobrecido la calidad de los alimentos y de sus nutrientes y, en la mayoría de los casos, nuestra dieta está desequilibrada o es incompleta. Para mejorar nuestra dieta y, con ella, nuestra salud, Aora Health ha identificado ocho súper alimentos que no deberían faltar en nuestra dieta en 2018 (o por lo menos, tomar buena nota de ellos). Vamos a verlos uno a uno:
Durante siglos el azafrán ha sido una de las especias más valiosas del mundo. Los pistillos de azafrán se cosechan manualmente y se necesitan más de 100.000 pistillos para producir un kilo de azafrán.
Uno de los propósitos del Año Nuevo suele ser perder el peso que se ha ganado durante los maratones de comida suculenta y calórica típica de las fiestas navideñas. ¿Alguno de vosotros se encuentra en esta tesitura? Queramos o no, es un tema recurrente estos días.
Perder peso puede ser una alegría (tras conseguirlo)
Por lo que el siguiente paso consiste en intentar (insisto en lo del intento) ponerse a dieta para adelgazar. En este post hablaremos de ello y de algunos de los errores más frecuentes e importantes que se suelen cometer cuando nos proponemosperder peso a nuestro libre albedrío.
Calorías
¿Por qué le doy importancia? Porque alguno de estos errores pueden llegar a afectar a nuestra salud. Al pensar en iniciar una dieta, lo más común es que se haga impulsivamente: “mañana me pongo a dieta”. Este es el principal motivo de cometer errores que serán contraproducentes para el resultado que deseamos obtener. Llevar una dieta equilibrada con el consumo necesario de hidratos de carbono y proteínas tendrá los efectos positivos que deseamos y ninguno de los contraproducentes que podrían ocurrir en una dieta inapropiada.
A continuación os mostramos diez errores que suelen cometerse al ponernos a dieta: Seguir el régimen de un amigo
Cada día nuestro cerebro recibe múltiples estímulos negativos, tanto externos (ruidos o contaminación acústica de las ciudades, coches, motos, claxons, gritos, música, televisión, máquinas u obras en edificios y cales, etcétera), como internos como por ejemplo, la presión o el estrés en el trabajo (o por estar sin él), los problemas personales (pareja, padres, hermanos) y familiares (hijos etcétera) , las malas noticias (que las hay de todo tipo), y seguimos con los etcéteras….
GABA y los estímulos negativps en el cerebro
Con todos los estímulos “negativos o agresivos” que el cerebro puede llegar a recibir a diario, como el ruido (sí, la no es de extrañar que en algún momento del día (o durante toda la jornada) nos podamos sentir súper estimulados y sobrecargados.
En momentos así, es casi imposible relajarse y concentrarse. Para ello el cerebro recurre a ciertos neurotransmisores (químicos naturales) que ayudan a calmar la actividad cerebral excesiva promoviendo estados mentales de mayor paz y relajación. El neurotransmisor principal de este tipo, es el GABA .
El GABA afecta el sistema nervioso central reduciendo el número de neuronas que se queman en el cerebro, calmando así la actividad cerebral. Esto puede beneficiar a las personas que tengan un sistema nervioso “superactivo”, para quienes es difícil relajarse o tienen dificultad para enfocarse en un solo proyecto. En otras palabras, el GABA es el arma clave del cerebro para luchar contra el estrés y la dispersión mental.
Este actúa como una esponja “absorbiendo el exceso de adrenalina y otros subproductos tóxicos asociados al exceso de estrés e induciendo un profundo estado de relajación y bienestar, sin los efectos secundarios asociados a las drogas convencionales (benzodiacepinas) que se utilizan con el mismo propósito. (Ross, 1999)
Un estudio (Ross, 1999) demostró que el GABA, ejerce una horas después de su administración, un efecto relajante, reduciendo la ansiedad en los voluntarios con buena salud en condiciones de estrés. Al mismo tiempo, reforzó su sistema inmunitario, debilitado por el estrés y les favoreció la relajación y el sueño:
Al contrario que numerosos somníferos que se dirigen hacia los receptores del GABA, este último no causa somnolencia diurna ni crea adicción. Al reducir la ansiedad, favorece un profundo reposo compensatorio; asociado al estrés, el dolor crónico puede reducir los niveles de GABA. Su capacidad de reducir el estrés, se supone (no hay datos científicos que lo corroboren) que el GABA podría disminuir la intensidad del dolor.
Debido a todas sus propiedades conocidas, los usos potenciales del GABA son:
Es cierto que con el frío del invierno, apetece más un caldo o consomé caliente y reconfortante, aunque a pesar de ello, una ensalada con escarola puede ser un excelente acompañamiento para el plato principal, tanto como para el almuerzo como para la cena. (Sí, para cenar. Yo soy de las que no cree que una ensalada sea particularmente indigesta para cenar. Ni en invierno ¿Porque no?).
Si queréis disfrutar de una buena ensalada en esta época, nada mejor que utilizar como ingrediente principal la escarola, ofreciendo todo su esplendor y mayor calidad, (aunque hoy día se puede encontrar en el mercado durante todo el año).
La escarola es una verdura que pertenece a la familia de las Asteráceas (Compuestas). Esta familia, cuyo nombre actual deriva del griego Aster (estrella), proporciona muchos tipos de hortalizas de diversas especies: de hoja (achicoria, lechuga, endibia, escarola), de flor (alcachofa) o de tallo (cardo).
Por su peculiar sabor dulcemente amargo, resulta muy sabrosa acompañada con el clásico aderezo de aceite, mostaza, vinagre y sal. La escarola combina muy bien con ajos, cebolla, apio, cítricos y frutos secos. (Ideal para acompañamientos en menús navideños, tan pesados a veces y para hacerlos más ligeros).
Pero volviendo a las propiedades de la escarola: como en casi todas la verduras, es muy rica en agua (más del 94%) y baja en calorías, por lo que es perfecta para ser incluida en las dietas para mantener o perder peso. (Como todas las verduras… jeje).
En cuanto a sus nutrientes, contiene pequeñas cantidades de vitaminas hidrosolubles: B1, B2, C, folato (es la verdura más rica en esta vitamina, con diferencia sobre el resto) y en menor proporción beta-caroteno (provitamina A), así como minerales como calcio, magnesio, hierro, zinc y potasio. Pero eso no es todo:
El único “pero” que le encuentro al cuscús de trigo, ocurre por su contenido en gluten. Nada que ver con estas modas de comer “SIN”, sino por las personas que realmente tienen intolerancia/alergia o celiaquía. (Aunque en esos casos se puede optar por el trigo sarraceno o hasta cuscús de coliflor. Más ligero imposible. Por otra parte, nada más que añadir. El cuscús de trigo es un alimento rico, nutritivo y muy saludable.
Poco a poco vamos desterrando los tópicos de que solamente se pueden obtener proteínas de calidad a través de la carne. No es así. La naturaleza nos ha provisto de muchos alimentos que contienen aminoácidos de excelente calidad. Uno de los ejemplos de ello podrías ser el cuscús.
Comencemos por el principio: el cuscús es un alimento que consiste en granos de sémola de trigo, que forma parte de la comida típica de Marruecos entre otros sitios.
Es muy rico en proteínas vegetales, (22% en 100 gr), hidratos de carbono de absorción lenta (los que no engordan), grasas insaturadas (menos de 1% en 100 gr) y fibra. Contiene vitaminas del grupo B (las que ayudan al sistema nervioso, para mantener la belleza y salud de la piel, huesos y musculatura), vitamina E y minerales, entre los que destacan el magnesio, cinc, selenio y algunas trazas de hierro. Pero eso no es todo:
Tristeza, cambios de humor, problemas de visión o de memoria, anemia, debilidad, pérdida del equilibrio o entumecimiento u hormigueo en brazos y piernas, son algunos de los síntomas que pueden causar la falta de vitamina B-12, aunque algunas veces pueden pasar inadvertidos, ya que suelen manifestarse muy lentamente, lo que puede dar lugar algunas veces, a un diagnóstico equivocado.
La vitamina B-12 interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono (azúcares), ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al buen funcionamiento de la transmisión nerviosa y al mantenimiento del sistema nervioso central.
Como las demás vitaminas del grupo B, es hidrosoluble, es decir se disuelve en agua. Después de que el cuerpo utiliza esta vitaminas, la cantidad sobrantes se elimina del organismo a través de la orina. ¿Pero? ¿Y cómo podremos saber si tomamos la cantidad adecuada?
Aquellos que comáis carne, pescados, marisco, huevos y leche a diario no tenéis porque preocuparos, ya que seguramente estaréis tomando alguna fuente de vitamina B-12. (Los ovo-lácteo-vegetarianos pueden encontrar en la clara de huevo, el queso y la leche una buena fuente de vitamina B-12, por lo que no debéis preocuparos por su carencia).
El problema puede llegar para aquellas personas que no toman productos animales. (incluyendo leche, queso y huevos). Si se toman una serie de precauciones no tiene porque haber ningún inconveniente para hacer frente a las necesidades diarias de esta vitamina. Veamos:
A muchas mujeres le salen las primeras estrías después de dar a luz a su primer hijo, pero sólo después del segundo embarazo las estrías empeoran mucho más. Puedes probar diferentes tratamientos tópicos, incluyendo el tratamiento de manteca de karité, … Leer más
La tendencia de evitar el gluten en algunos tipos de dieta comenzó hace algunos años en Estados Unidos, (país con alta concentración de personas con sobrepeso y obesidad) y muchas veces no se correspondía a una necesidad real de intolerancia o alergia al gluten (ya os hablaré de ello en otro post) sino más bien a una tendencia de «moda» para (supuestamente) perder peso y mejorar la salud. (Sobre ello me vienen a la mente algunos libros famosos como «The belly fat diet» o «La dieta Paleo» y otras más, en las que se promueve la eliminación del gluten, a pesar de no ser celíaco ni tener problemas de intolerancia a esta proteína.
Parece que muchas personas hacen un gran esfuerzo para evitar el gluten. Una proteína que se encuentra en el pan, cebada y diferentes alimentos procesados. Pero, ¿existen realmente beneficios de las «dietas libre de gluten» o son solamente una moda pasajera?
Un estudio publicado por el US National Library of Medicine National Institutes of Health, descubrió que el 86% de los individuos que se creían intolerantes al gluten, no lo eran.
Es decir, que podían consumir alimentos con gluten sin problemas. Las personas con intolerancia a esta proteína, que se presenta en aquellas genéticamente predispuestas, son aproximadamente un 1% de la población, siendo más frecuente en mujeres que hombres, según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España.
La moda de que personas no intolerantes sigan una dieta sin gluten vino de EEUU, donde hay unos 3 millones de personas que sí son intolerantes (aproximadamente el 1% de la población también) y sin embargo existe un 30% de compradores que eligen alimentos «libres de gluten». Pero eso no es todo:
Es innegable que a fecha de hoy, no compramos un producto de belleza solamente por su marca, precio o promesas de futuro. ¿O sí? Seguro que si os hablo de ácido hialurónico, hidrógeno o vitamina C , sabéis a lo que me refiero. Y hasta quizá lo mismo ocurra con los AHA (de ellos se habla desde hace años).. ¿pero que me decís del DMAE o los neuropétidos? De todos ellos hablaremos en este post.
Reese Witherspoon para Elisabeth Arden
Los mejores marcas de belleza saben qué componentes activos no deben faltar nunca en sus productos, pero, ¿y nosotras?, ¿sabemos qué ingredientes necesitamos para cuidar nuestra piel? Hoy en día, hay una amplia gama de productos que se autodenominan anti-aging, reafirmantes, hidratantes o regenerativos, pero muchas veces hay que atender a los principios activos que los componen para saber realmente el efecto que tendrán en nuestra piel.
¿Estáis preparadas para poner nombre a vuestros aliados de belleza? Gracias a la siguiente lista de componentes activos, sus propiedades y su función, elegir una crema ya no será solo cosa de expertos, sino que disfrutarás cuidándote la piel más que nunca. Vamos a ellos uno a uno:
El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de manera natural en nuestro organismo. A medida que envejecemos, la presencia de esta sustancia va disminuyendo considerablemente. Esto provoca la pérdida de volumen y de firmeza, además de la aparición de arrugas.
“La característica principal del ácido hialurónico es su gran capacidad para atraer y retener el agua, por lo que en cosmeceútica se ha convertido en uno de los ingredientes fetiche para cremas y tratamientos anti-edad. En su uso tópico aporta grandes dosis de hidratación a la piel, además de dar un aspecto más terso y ayudar a rellenar las pequeñas arrugas y líneas de expresión.” – afirma Gloria Montero, Training Manager de Medik8.
Este gel-suero hidratante ligero y de fácil absorción proporciona Vitamina B5 para suavizar la piel y una súper hidratación con Ácido Hialurónico para producir mejoras rápidas y significativas en el estado general y la sensación de la piel. Puede utilizarse día y noche, o siempre que desee un impulso de hidratación.
“El ácido alfa lipóico o también conocido como ALA, se encuentra de forma natural en la parte de las mitocondria de las células, como parte de un sistema de enzimas que ayudan a la producción de energía. Es soluble en grasa y en agua, lo que significa que se absorbe fácilmente a través de las capas de lípidos de la piel y funciona igualmente bien para combatir los radicales libres en la membrana externa de la célula y en los interiores acuosos de la célula. Además, es 400 veces más fuerte que las vitaminas E y C combinadas.”-afirma el Dr. Nicholas Perricone.
Intensive Pore Minimizer de Perricone MD
Está diseñado para reducir de forma efectiva la apariencia de los poros dilatados. Ayuda a controlar y absorber el exceso de grasa, mantiene la elasticidad de la piel y la capacidad de recuperación. Exfolia suavemente para quitar el sebo o la acumulación de suciedad que puede obstruir los poros y dilatarlos aún más. Apropiado para la mayoría de piel: grasa, extremadamente seca o con signos visibles de envejecimiento.
A menos de dos semanas para Halloween, ya es habitual ver decoraciones con la famosa calabaza Jack O’lantern acompañada por sus amigos fantasmagóricos. Pero bromas a parte, y con la llegada del otoño, la calabaza vuelve a protagonizar o por lo menos, a acompañar muchos de los platos de temporada.
¿Quién de vosotros no ha tomado un puré de calabaza? ¿Salsa de calabaza? ¿Calabaza frita? ¿Al horno? ¿O pastel de calabaza? ¿Calabaza frita? ¿Mermelada de calabaza? (Ya os aviso que está exquisita…
Las aplicaciones de la calabaza en la cocina son infinitas (o casi). Su atractivo color y delicioso sabor convierten a la calabaza, en un ingrediente muy versátil tanto en platos salados como dulces.
Su característico color amarillo es debido a su riqueza en betacaroteno (provitamina A), o que es lo mismo, pigmentos naturales liposolubles de colores vivos, amarillentos y rojizos, mediante los que el hígado y el intestino delgado son capaces de generar vitamina A, nutriente esencial para nuestro organismo.
También es rica en vitamina C, y en menor cantidad, algunas vitaminas del grupo B. Entre los minerales que contiene cabe destacar su cantidad de Potasio, Magnesio, Hierro y Zinc. Toda esta riqueza en nutrientes la convierten en una buena fuente de antioxidantes.
Es baja en calorías (menos de 20 Kcal. Por cien gramos) y rica en agua y fibra soluble (mucílagos), por lo que suele estar indicada a las personas que quieren perder peso o mantenerlo, a no ser que la cocinemos frita o acompañada con grasas y/o azúcares añadidos. (Ya le dedicaré otro post). Pero eso no es todo:
Bienvenido octubre, y con él a las frutas típicas de otoño. Una de nuestras favoritas es el caqui o palosanto. Conocido también como caquilero, esta fruta dulcísima, tiene una forma parecida al tomate o los que tengan más imaginación quizá le recordará a una manzana, pero su sabor nada tiene que ver con ellos.
Dulce y goloso, el caqui es un manjar muy apreciado por los niños. Su pulpa es gelatinosa, muy jugosa y sabrosa. Por su textura y contenido en azúcares, es una fruta ideal para hacer mermeladas, cremas dulces y para ser utilizada en diversos postres.
En cuanto a su valor nutricional, cuenta con importantes cantidades de hidratos de carbono (fructosa y glucosa), pectina y mucílagos (fibra soluble). Es una fuente rica en vitaminas, entre las que cabe destacar su contenido en betacaroteno (provitamina A) y vitamina C. También contiene potasio, hierro, magnesio, calcio y en menor cantidad fósforo y sodio.
En contra de lo que muchos puedan pensar, su aporte calórico no es muy elevado (65 calorías aproximadamente) por lo que puede ser tomado con moderación, en las dietas de adelgazamiento.
Es una gran fuente de antioxidantes, ya que contiene betacarotenos, taninos, ácido nicotínico, ácido fólico y pectinas, entre otros. A parte de su aporte en nutrientes, el palosanto tiene otros beneficios para la salud. Vamos a repasar algunos más importantes. Veamos: