Cada día nuestro cerebro recibe múltiples estímulos negativos, tanto externos (ruidos o contaminación acústica de las ciudades, coches, motos, claxons, gritos, música, televisión, máquinas u obras en edificios y cales, etcétera), como internos como por ejemplo, la presión o el estrés en el trabajo (o por estar sin él), los problemas personales (pareja, padres, hermanos) y familiares (hijos etcétera) , las malas noticias (que las hay de todo tipo), y seguimos con los etcéteras….
Con todos los estímulos “negativos o agresivos” que el cerebro puede llegar a recibir a diario, como el ruido (sí, la no es de extrañar que en algún momento del día (o durante toda la jornada) nos podamos sentir súper estimulados y sobrecargados.
En momentos así, es casi imposible relajarse y concentrarse. Para ello el cerebro recurre a ciertos neurotransmisores (químicos naturales) que ayudan a calmar la actividad cerebral excesiva promoviendo estados mentales de mayor paz y relajación. El neurotransmisor principal de este tipo, es el GABA .
El GABA afecta el sistema nervioso central reduciendo el número de neuronas que se queman en el cerebro, calmando así la actividad cerebral. Esto puede beneficiar a las personas que tengan un sistema nervioso “superactivo”, para quienes es difícil relajarse o tienen dificultad para enfocarse en un solo proyecto. En otras palabras, el GABA es el arma clave del cerebro para luchar contra el estrés y la dispersión mental.
Este actúa como una esponja “absorbiendo el exceso de adrenalina y otros subproductos tóxicos asociados al exceso de estrés e induciendo un profundo estado de relajación y bienestar, sin los efectos secundarios asociados a las drogas convencionales (benzodiacepinas) que se utilizan con el mismo propósito. (Ross, 1999)
Un estudio (Ross, 1999) demostró que el GABA, ejerce una horas después de su administración, un efecto relajante, reduciendo la ansiedad en los voluntarios con buena salud en condiciones de estrés. Al mismo tiempo, reforzó su sistema inmunitario, debilitado por el estrés y les favoreció la relajación y el sueño:
Al contrario que numerosos somníferos que se dirigen hacia los receptores del GABA, este último no causa somnolencia diurna ni crea adicción. Al reducir la ansiedad, favorece un profundo reposo compensatorio; asociado al estrés, el dolor crónico puede reducir los niveles de GABA. Su capacidad de reducir el estrés, se supone (no hay datos científicos que lo corroboren) que el GABA podría disminuir la intensidad del dolor.
Debido a todas sus propiedades conocidas, los usos potenciales del GABA son:
Ansiedad y tensión nerviosa
Ataques de pánico
Insomnio
Epilepsia
Presión arterial elevada
Fortalecimiento corporal
Eso sí, es muy importante tener en cuenta que el uso de GABA no está exento de contraindicaciones: No deben tomarse con fármacos benzodiacepínicos sin consentimiento de un profesional de la medicina cualificado.
En ciertas personas, los niveles elevados de GABA pueden conducir a un cambio suave en patrones de respiración (disnea) y en el ritmo cardíaco. En todo caso, antes de tomar cualquier suplementación es imprescindible consultar a un profesional de la salud. (Habéis leído bien. SIEMPRE).
Como curiosidad: el Dr. Atkins (1999) en el libro los “Vitanutrientes” define al GABA como el tranquilizante perfecto y la define como el Valium natural.
¿Y Vosotros? ¿Habíais oído hablar del GABA? ¿Conocíais sus efectos “relajantes”? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!!
Besos desde mi blog!!!
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