Los boniatos o batatas dulces son una de las delicias del otoño. Dulces y preparados a la brasa o al horno, son un delicioso tentenpie a cualquier hora. Algunas de vosotras me habéis preguntado si engordan. Para la alegría de muchos, la respuesta es que NO, los boniatos no engordan, siempre y cuando no se preparen fritos o con azúcar.

Contienen aproximadamente un 70% de agua, 24% de hidratos de carbono, 1,6% de proteínas y 0,6% de grasas. Su aporte calórico no es muy elevado (115 kcal./100 gramos) por lo que son adecuados en dietas de adelgazamiento o para perder peso.
También, destacan por sus múltiples propiedades nutricionales: son ricos en vitamina A en forma de betacaroteno, vitaminas E y C. En menor cantidad vitaminas del grupo B: B1, B2, B5 y B6. Son una fuente de minerales como potasio, fósforo, sodio, calcio y hierro. Además son ricos en fenoles y flavonoides que, junto con proteínas como el glutatión y sus vitaminas, les confieren un poderoso efecto antioxidante.

Los boniatos, de la misma manera que las patatas, pertenecen al grupo de los tubérculos. Se distinguen de estas últimas por su color amarillo anaranjado y por su característico sabor dulce. Por esta cualidad también son conocidos como “patatas dulces” (sweet patatoes) o batatas o camotes. Pero eso no es todo:
Como podéis ver, no se eliminarán ni las grasas ni los hidratos de carbono, sino que se les considera parte importante de la dieta. Por descontado, no valen todos los azúcares ni todas las grasas, pero eso se detalla en su programa.






