Una vez más, con la llegada de la primavera, regresa para algunos el problema de la caída estacional del cabello.
En primavera y en otoño es habitual una pérdida mayor del cabello, debido a que cerca del diez por ciento del cabello de su cuero cabelludo está en una fase inactiva.
Después de dos a tres meses, el cabello que estaba en fase inactiva se cae y nuevo cabello comienza a crecer en su lugar. Esta fase de crecimiento dura entre dos y seis años. Durante esta fase cada cabello crece aproximadamente un centímetro por mes.
En cualquier momento cerca del noventa por ciento del cabello de su cuero cabelludo está creciendo.
Es normal que se caiga un poco de cabello cada día como parte de este ciclo. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar una pérdida excesiva (más de lo normal) del cabello, debido a otras causas como:
El uso de productos inadecuados (ciertos champús, tinte y otros productos para el cabello),
Ciertos peinados (colas de caballo, uso excesivo de secador)
Ciertas infecciones (gripe, fiebre, hongos, etc..)
Problemas hormonales
Embarazo o post-parto,
Algunos medicamentos, (por ejemplo los que se utilizan para “adelgazar” la sangre (conocidos también como anticoagulantes), medicamentos usados para tratar el bocio, etc.
Alimentación inadecuada,
Carencia de hierro.
Existe una estrecha relación entre lo que comemos y nuestro cabello. Cualquier carencia nutricional tendrá un rápido reflejo en la apariencia, brillo y salud del cabello.
El cabello (y las uñas) están compuestos (entre otras sustancias) por queratina, una proteína que contribuye a fortalecerlas y a que su aspecto sea saludable.
Es necesario seguir una dieta rica en proteínas y vitaminas, ya que actúan favoreciendo el crecimiento y salud capilar:
Proteínas o aminoácidos azufrados: Los aminoácidos azufrados se diferencian del resto en que contienen azufre en su composición, de ahí su nombre Su deficiencia hace que el pelo se muestre débil y sin brillo. Alimentos ricos en aminoácidos azufrados son: carnes, pescados, huevos, lácteos.
Biotina y ácido fólico: permiten la multiplicación celular y la formación de ADN. Son abundantes en huevos, hígado, pan y cereales.
Vitamina C: Es la encargada de la formación del colágeno, estructura que da forma a nuestro cuerpo y ayuda en la absorción del hierro, fundamental en la formación del pelo. Las frutas, y en especial las naranjas y los demás cítricos son muy ricos en esta vitamina. Los kiwis, fresas, espárragos, brócoli, remolacha y aguacate, son también fuentes importantes de vitamina C.
Vitamina A: Favorece la oxigenación de las células del folículo. Es abundante en la yema del huevo y en el aceite de oliva y, sobre todo, de girasol.
Vitaminas del grupo B (B1, B6, B12): La carencia de este grupo de vitaminas, puede provocar sequedad, la aparición de canas o la caída más abundante. Alimentos ricos: Cereales integrales, levadura de cerveza, legumbres, huevos, frutos secos, etc.
Vitamina E: Ayuda para fortalecer el pelo. Alimentos que lo contienen: vegetales de hoja verde, (brócoli, espinacas, etc.), germen de trigo, semillas, soja.
Zinc: El cobre actúa como antioxidante y ayuda a prevenir la caída del cabello. Algunas fuentes de Zinc son los espárragos, la berenjena, los garbanzos, el plátano, los higos o el germen de trigo.
Hierro: Es muy importante ya que ayuda a mantener los folículos del pelo sanos. Algunos de los alimentos que contienen hierro son las lentejas, los garbanzos, las espinacas, las ostras y las almejas, el apio, etc.
En algunas ocasiones, cuando la caída es más acusada, se puede recurrir al uso de complementos alimenticios (o nutricosméticos) que nutren y favorecen el crecimiento del cabello. Si creéis que ese es vuestro caso, pedid consejo a vuestro médico, farmacéutico o profesional de la salud.
Estaré encantada de leer vuestros comentarios en mi blog o