Ultrashape V3, combinado con la intervención dietética, hace que el resultado para mantener el peso perdido sea más eficaz y duradero. ¿Habíais oído hablar de este tratamiento en cabina?
La grasa corporal es totalmente necesaria para nuestro organismo pero el exceso se asocia a un estado inflamatorio general, producido por sustancias que libera la propia grasa y que favorecen la recuperación del peso perdido.
Con Ultrashape V3 podemos controlar el componente inflamatorio de la grasa. Su energía transmite los ultrasonidos permitiendo que se produzca la destrucción de la grasa de forma selectiva, al instante y de forma definitiva, permaneciendo intacta la función beneficiosa del tejido graso. Este aparato funciona mediante la emisión de ondas acústicas de energía ultrasónica que convergen en un foco dirigido sólo a las células grasas y a una profundidad controlada que se determina según las características de cada paciente.
Actualmente se considera la grasa como un tejido con mucha actividad metabólica y como un órgano endocrino fundamental para el bienestar, capaz de regular el resto del cuerpo mediante la síntesis y la liberación de sustancias activas (leptina, adiponectina, citoquinas…) que actúan localmente y a distancia. Ejercen su acción biológica sobre distintos sistemas y regulan diversos procesos metabólicos, esencialmente en el hígado y musculo esquelético
El tejido adiposo tiene un sistema propio de control que le permite suministrar energía allí donde es necesaria, participa indirectamente en la coagulación sanguínea y contribuye a modular el estado de vasoconstricción. Regula la presión arterial, interviene en la respuesta inflamatoria, en el metabolismo de los lípidos y de la glucosa. También mantiene una conexión con el cerebro para informarle de la magnitud del tejido adiposo y contribuir, así, en la regulación del apetito y la saciedad. Contribuye, también, a la formación de hormonas, como andrógenos y estrógenos.
Si a ello le añadimos una dieta complementaria para apoyar el tratamiento, los resultados sin duda serán mucho mejores. Ahora es la época ideal (el verano) para el consumo de verduras y hortalizas frescas como lechuga, espárragos, ajos frescos, setas, etc. Y de frutas como cerezas, ciruelas, fresas, albaricoques, melocotón, etc.
Incorporar a nuestra dieta diaria los alimentos de temporada más adecuados a cada época del año es la mejor forma de garantizar que nuestro organismo reciba regularmente los saludables componentes que aportan unos productos que, justo en esos momentos, se encuentran en sus mejores condiciones de frescura, además de contribuir al mantenimiento de una agricultura sostenible y a la protección del medio ambiente.
Alguno de los alimentos recomendados de temporada pueden ser: