Hasta hace unos pocos años, los expertos afirmaban que las grasas engordaban, por lo que aconsejaban eliminarlas drásticamente de las dietas de adelgazamiento.
Los tiempos han cambiado y las afirmaciones de los expertos también. Las grasas no engordan. Es más, son necesarias para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo, y tomadas con moderación pueden ayudar a adelgazar.
Pero siempre hay un pero…. pero no todas las grasas son buenas para nuestro organismo. Las grasas saturadas deben ser evitadas ya que elevan el colesterol en la sangre y suelen causar problemas circulatorios entre otros. Estas grasas son las que “engordan”. (lo pongo entre comillas, ya que ningún alimento o grasa por si mismo engorda).
Dentro de este grupo de “grasas malas” (es como popularmente se las conoce) estarían las grasas de origen animal (carnes, yogures o leches enteras, queso, etc..), aunque existen también productos vegetales ricos en grasas saturadas (el aceite de palma y el aceite de coco, por ejemplo).
Las “grasas buenas” son las grasas insaturadas. Estas son las que contribuyen para el desarrollo y funcionamiento del cuerpo, ayudan a tener una piel saludable, balancean las hormonas y nos ayudan a regenerar tejidos. También son las que ayudan a bajar o regular el colesterol en la sangre, (siempre que se utilizan en lugar de las grasas saturadas).
Existen dos tipos de grasas insaturadas:
Grasas monoinsaturadas: En este grupo encontramos el Ácido oleico u omega 9. Uno de los ejemplos más conocidos es el aceite de oliva y algunos frutos secos (almendras, avellanas, nueces de macadamia, etc.).
Grasas poliinsaturadas: Este grupo se encuentran los ácidos grasos Omega 6 y Omega 3. Estos ácidos son muy importantes en nuestra alimentación porque el cuerpo no los produce.
El pescado azul, (sardinas, atún y sobre todo el salmón) son buenas fuentes de Omega 3. El aceite de linaza también es rico en Omega 3.
Una carencia de Omega 3 puede generar disminución de la agudeza visual, dificultades de aprendizaje y lesiones en la piel. En diversos estudios también se ha relacionado la falta de Omega 3 con casos de depresión.
Los ácidos grasos Omega 6 se encuentran en muchos alimentos, aunque su fuente principal son los aceites vegetales. Algunos de los aceites más ricos en este ácido son el aceite de girasol, soja, onagra, maíz y sésamo.
La falta de Omega 6 puede ocasionar retraso en el crecimiento, problemas en la reproducción y también lesiones en la piel.
Las recomendaciones dietéticas sobre el consumo de grasas son:
Las grasas totales (saturadas e insaturadas) deben aportar el 30-35% de la energía diaria.
Las grasas saturadas no deben aportar más del 10% de la energía diaria.
El resto debe proceder de las grasas insaturadas. Las grasas nos ayudan a absorber algunos nutrientes como las vitaminas A y D y al consumir pequeñas cantidades de grasas nos sentimos saciados por mas tiempo y comemos menos, siendo de gran ayuda para aquellos que están siguiendo una dieta para perder peso, por lo que nos ayudan a adelgazar (siempre y cuando se tomen con moderación, claro).
¿Y vosotros? ¿Están incluidas las grasas en vuestra dieta diaria? ¿Saturadas o insaturadas? ¿En suficiente cantidad aunque estéis a dieta? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!