Como consecuencia de una noche en la que se ha bebido demasiado, más de lo que se está acostumbrado o si se han mezclado diferentes tipos de bebidas alcohólicas, el día después suele traer el ingrato “regalito” de un dolor de cabeza, malestar general u otras consecuencias típicas de la “resaca” del alcohol.
Para hacer más llevadera estas circunstancias (a veces, hasta pueden ser muy desagradables) no está de más que echéis un vistazo a las siguientes recomendaciones (que espero que os sean de utilidad):
Por la mañana y durante todo el día debéis tomar zumos o batidos de cítricos recién exprimidos, (naranjas, piña, kiwi, tomate son mis favoritos). En algunos países le suelen añadir una o dos claras de huevo crudo o cocido cortado a daditos o mezclado en el batido (por su contenido en proteínas). Eso os lo dejo a vuestra elección.
Para los más puestos en materia de salud, seguramente sabréis que la vitamina B-12 tiene la propiedad de absorber el alcohol que está en la sangre, liberando así en parte de sus efectos negativos. Podéis encontrar algún preparado o complejo de vitamina B-12 en las farmacias, pero antes de tomarlo, preguntad sobre la dosificación y pedid consejo a vuestro farmacéutico. La leche y derivados lácteos, los huevos y la carne roja son ricos en esta vitamina. (Los que seáis veganos, podéis optar semillas de sésamo (y tahin), aguacate, tempeh, o soja y sus derivados (tofu, tempeh).
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