Con la llegada del sol y el verano, la playa, la piscina y el bronceado vuelven a los protagonistas de la temporada, y con ellos, las quemaduras, alergias y demás problemas producidos por el exceso de sol.
La adquisición de un buen fotoprotector puede ayudar a prevenir los daños solares, pero es recomendable que tengáis en cuenta algunos detalles sobre ellos:
Antes de adquirir un fotoprotector o crema solar es imprescindible que leáis atentamente la descripción detallada (hasta la letra pequeña) contenida en el envase del producto ya que la salud y belleza de vuestra piel puede estar en juego.
Los productos solares deben ajustarse a la normativa de la Comunidad Europea (buscad las siglas CE en el envase) porque es la única manera de saber que contienen unas garantías sanitarias mínimas.
Por consiguiente debéis fijaros que el producto cumpla las siguientes condiciones: