Té negro, verde, rojo, blanco o azul. Cada vez más y más se han popularizado, llegando a estar en cualquier lineal de supermercados hasta en gama blanca.
¿Pero? ¿Eso que nos venden como “té”, realmente lo es? Qué queréis que os diga… Nadie puede dar duros a cuatro pesetas. El té, como todo, tiene diferentes calidades, tipologías y precios. Además de aportar diferentes beneficios para el organismo. De todo ello hablaremos en este post:
Se ha convertido en una bebida de consumo habitual en todo el mundo y especialmente importante es su extensión en Occidente. El contenido en teína permite que cumpla con una función reconstituyente para afrontar los desafíos del día a día. Ahora bien, hay infinidad de tés por origen y calidad, así como lugares donde poder adquirirlos.
Existe una nomenclatura para distinguir las distintas clases de té en función de su calidad y formato de venta. Veamos:
El OP sería el mejor, el OP1-OP2 tendría una calidad media-alta, el OP3-OP4 tendría una calidad media y el OP5-OP6 sería el de menor calidad, que se suele vender en bolsitas (y en marcas blancas). Fijaros que vengan estas siglas en el etiquetado. Aunque si no viene detallado, seguramente será de una calidad no muy superior.
Es importante indicar, sin embargo, que en los últimos años los estándares generales han mejorado mucho. Mayoritariamente y proviniendo de la planta “camila sensis” existen cinco categorías de té: verde, rojo, blanco, azul y negro.
También existes sitios donde puedes se pueden comprar otros tipos como el cada vez más popular: Rooibos, aunque en esencia esta infusión no es un té. Los principales países productores están en Asia y África, por este orden.
Ahora vamos a hablar de ellos según sus colores:
El té verde es el más consumido en Japón y China por sus cualidades antioxidantes, derivadas de su aporte de isoflavonas y catequinas. En este caso, la hoja se oxida un poco y es ideal para evitar el desarrollo de tumores, para controlar el peso y mejorar el sistema nervioso.
El té rojo, que también se puede comprar por su otro nombre Pu-erh, es conocido por su capacidad de eliminar las grasas, aunque para conseguirlo han de pasar años de añejamiento, como mínimo dos, en un lugar húmedo. Este es de origen chino y es ideal para rebajar el colesterol y los triglicéridos, siendo uno de los más consumidos en Occidente.
El té blanco no es tan conocido, pero destaca por sus propiedades antioxidantes y por retrasar el envejecimiento celular, siendo rico en catequinas. Tiene un leve proceso de oxidación y es el más difícil de conseguir, de ahí que su precio sea el más elevado.
El té azul, también llamado Oolong, se consigue a partir de una oxidación intermedia de las hojas. Los sabores se quedan a medio camino del dulce y el aromático, manteniendo una serie de propiedades beneficiosas para el organismo.
El té negro contiene, además de teína, cafeína, siendo ideal para empezar el día concentrado y se toma en los desayunos, teniendo un sabor dulce. Se realiza la oxidación completa y el producto ayuda a rebajar la presión y, además, mejora la circulación general.
Cuando se busca dónde comprar un té (por ejemplo, verde) de calidad, es conveniente ir a una tienda especializada con una oferta lo suficientemente amplia y donde comprar todos aquellos tés y accesorios que sean necesarios para disfrutar del producto. Dejaros asesorar por expertos en la materia. Y sí, Es posible conseguir todo tipo de tés a precios competitivos y con la garantía de la máxima calidad del producto.
¿Y vosotros? ¿Soléis consumir té a menudo? ¿Cuál? ¿Dónde lo compráis? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!
Besos desde mi blog!