Los higos son uno de los frutos más apreciados por delicioso sabor y también es uno de los más breves.
Su periodo de consumo es extraordinariamente corto, ya que no madura si se recoge verde y es comido por los pájaros cuando se pasa un poco de tiempo en el árbol.
Las higueras se clasifican según tengan una o dos clases de frutos al año. Por una parte, existen los brevales, que dan brevas en junio y julio, e higos en agosto, septiembre y parte de octubre, y por otro, están las higueras comunes, que sólo proporcionan una cosecha en agosto y septiembre.
Gracias a su delicioso sabor y sus múltiples propiedades nutritivas, es recomendable incorporarlos a la dieta habitual de niños, personas mayores, mujeres en gestación y deportistas o personas que requieran un alto aporte energético.
Tonificantes, remineralizantes y diuréticos, cuando se consumen frescos, los higos suponen un buen tratamiento contra el estreñimiento, por la gran cantidad de fibra que contienen.
Aportan muchos azúcares y apenas proteínas y grasas. Son ricos en minerales como calcio y potasio, y algo menos en hierro y magnesio, fósforo y potasio. Contienen betacarotenos (o provitamina A), vitaminas C, del grupo B, ácido fólico y antioxidantes.
A pesar de su considerable aportación calórica (aproximadamente 100 calorías por 100 gramos), aquellas personas que quieran perder peso pueden consumirlos con moderación y sin abusar. (Dos o tres higos diarios).
La digestibilidad depende de su madurez, de su grado de acidez y el contenido en celulosa, y por ello, es muy importante comerlos maduros.
Su consumo aporta muchas propiedades benéficas, entre las que destacan:
– Están indicados para personas que padezcan estreñimiento (gran laxante natural).
– Contribuyen a aumentar las defensas del sistema inmunológico.
– Ayudan a mejorar el rendimiento físico y mental.
Los higos frescos se pueden tomar solos, con yogur, en mermelada, en postres, como ingrediente en platos de carne, pasta, arroz, etc.. A nosotras nos encantan de todas maneras!!
Algunos trucos de la abuela con higos:
LAXANTE: Contra el estreñimiento, hervir 3 higos en agua durante un cuarto de hora, dejar reposar, beber el líquido y comer los higos a la mañana siguiente.
BRONQUITIS: En casos de resfriado o dolor de pecho tiene propiedades mucolíticas. Se utilizan para ablandar las mucosidades del pecho y ayudan a quitar la tos. (Un cuarto de litro de leche hervida con 12 higos durante ¼ de hora. Tomar el líquido resultante una vez filtrado y endulzado).
MASCARILLA PARA LA PIEL: (Uso externo): Para reafirmar e hidratar la delicada piel de la cara se puede realizar una mascarilla con pulpa de higos, a la que se le puede añadir unas gotas de limón y un chorrito de aceite de oliva (si tenemos la piel muy seca). Aplicar esta “pasta” sobre el rostro durante 30 minutos y lavar con agua fría. Veréis los resultados… Vuestra piel estará fresca, tersa y suave!!!
¿Y vosotros? ¿Soléis comer higos en esta época? ¿Cuáles son vuestros favoritos? ¿Los coméis solos o acompañados? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!
También podéis seguirme a través de Facebook
Uummmmm!!! No sabes cuánto me gustannnn Gemma!!! Lo único que creo que la mascarilla duraría poco en mi cutis, jajajaja.. pero bromas a parte nunca se me hubiese ocurrido… así que la probaré en cuanto vuelva a por ellos. Es que la verdad es que como se estropean tan rápido pues claro no se puede comprar cantidad no por comprar sino porque me los zampo todooosss y tampoco es plan….jejeje
Un besote muy fuerte con mucho cariño!!!!!!!
Hola lina. Sí, los higos se estropean en seguida. Nosotras también los compramos de seis en seis (más o menos) a diario.. jejeje.. En cuánto se estropean para su consumo, aprovecho para hacerme una mascarilla en el cutis. Bueno, aprovechamos, ya que miniyo siempre se apunta al plan! Besos muy fuertes!!!!!