El Yoga ibérico es una de mis sanas costumbres. Si, los que me leéis desde hace años ya sabéis que me estoy refiriendo a la siesta, rebautizada por Camilo José Cela, como el Yoga ibérico.
Aunque normalmente solo puedo “practicarla” durante el fin de semana, aprovechando las vacaciones de verano, intento dedicar un rato diario para disfrutar de esta sana costumbre.
Echar una cabezadita durante veinte minutos es suficiente para aliviar tensiones, relajar los músculos, reponer energías o simplemente para compensar las horas de sueño perdidas durante la noche anterior.
Muchos son los que piensan que el origen de la siesta es español, pero no es así. Su origen es romano. La “sexta hora” era la expresión que utilizaban en la antigua Roma (Regla de San Benito) para referirse a la costumbre de guardar silencio y reposo después de la comida del mediodía (la hora de más calor). De ahí el origen la palabra “sextear” o “guardar la sexta”, que después derivó en el popular “sestear” o “guardar la siesta”.
Dos milenios después, la “hora sexta” (‘hora de la siesta’) de los romanos vuelve a estar de actualidad gracias a sus múltiples beneficios. La siesta tras la comida es una sana costumbre para la salud que ayuda a mejorar el rendimiento por las tardes.
Varios estudios científicos han demostrado que descansar entre diez y treinta minutos después de comer es un hábito saludable que entre otros, aporta los siguientes beneficios:
* Alivia tensiones y relaja los músculos
* Reduce el cansancio de los ojos
* Reduce el riesgo de infarto
* Elimina la fatiga física y mental
* Favorece la memoria
* Combate el estrés
* Aumenta el rendimiento
* Aporta sensación de bienestar (mejorando la salud en general)
Aunque siempre hay un pero….!!! pero no es recomendable exceder de los treinta minutos aconsejados para evitar caer en el sueño profundo.
Sobrepasar ese tiempo puede desencadenar el efecto contrario al deseado, pudiendo alterar de forma negativa el estado de ánimo y el rendimiento, llegando a causar insomnio por la noche.
¿Y vosotros? ¿Soléis hacer una siesta después de comer? ¿O acaso pensáis que dormir un poco a media tarde os puede desvelar por la noche? ¿Os apuntáis a practicar este “deporte nacional” como le llaman algunos? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!
También podéis seguirme a través de Facebook
Hola Gemma!
Yo también, al igual que tu, solo puedo practicar este «placer» los fines de semana, pero lo mio no son 30 minutos sino 2 horas y sinceramente….aun no le he encontrado el pero….porque por la noche duermo fantasticamente bien….sera que en esa siesta recupero las horas de sueño que de lunes a viernes no logro….me encanta echar la siesta en invierno cuando llueve y hace frio y en verano tras un baño en la piscina, o en la playa despues de comer a la sombra de la sombrilla…En definitiva que la siesta es la Novena Maravilla ja ja ja.
Besote desde Santander
Noelia
Hola Noelia. Sí, sí y sí. La siesta debe declararse Patrimonio de la Humanidad.. jajajaja… Te diría «idem» a todo tu comentario. Sí, a la siesta en invierno (en el sofá con la mantita por encima o simplemente viendo la tele (es uno de mis somníferos preferidos) y sí a la siesta en verano, bajo una buena sombra, con la brisita del mar o el fresquito de un baño en la piscina… Todo un verdadero placer!!!! Besos desde Barcelona