4 propiedades del Ácido Hialurónico

Rellena, reafirma…..da esplendor a la piel. Estas son algunas de las credenciales que han convertido en el ácido hialurónico en el ingrediente estrella de la cosmética vanguardista y de las más novedosas técnicas de medicina estética.

El ácido hialurónico está presente de forma natural en todos los organismos vivos, y es un componente universal de los espacios existentes entre las células de los tejidos (espacio extracelular). Es un polisacárido con una estructura química idéntica, independientemente de que se encuentre en el cuerpo de una simple bacteria o de un ser humano.

El ácido hialurónico puede encontrarse en muchas zonas del organismo humano, como por ejemplo:

la piel, en la cual crea volumen (sin el ácido hialurónico estaría seca, marchita y arrugada),

el cuerpo vítreo, donde da forma y volumen a los ojos,

en los cartílagos, huesos y líquido sinovial (fluido viscoso que se encuentra en las articulaciones), en los que tiene el papel de lubricante, de material de absorción de los golpes y de filtro, entre otros casos,

en los vasos sanguíneos en el cordón umbilical, cuya función consiste en permitir que no se interrumpa el contacto entre la madre y el feto.

De todo esto se podría decir que el acido hialurónico actúa como un auténtico guardián de la hidratación del cuerpo humano. Tiene una impresionante capacidad para absorber grandes cantidades de agua, almacenando la humedad, como si de una esponja se tratase.

Cuando envejecemos, disminuye la cantidad de ácido hialurónico de la piel, dado que las células cutáneas van perdiendo su capacidad de producción. Además, el peso molecular del ácido hialurónico disminuye con la edad, de tal modo que ya no es capaz de conservar el agua como lo hacía anteriormente, dando paso a una pérdida de la hidratación de la piel, causa directa de los tres enemigos de la belleza facial: las temidas arrugas, la sequedad y la flacidez. Las zonas en dónde se hace más evidente esta falta de hidratación son: el cutis, el cuello y el escote.

Resumiendo, las propiedades del ácido hialurónico son:

Asegura los niveles adecuados de hidratación de la piel, especialmente en las pieles más maduras.

Proporciona un efecto de «relleno» en las arrugas cutáneas.

Estimula la circulación periférica, revitalizando el ciclo celular y favorece la producción de sustancias de la dermis como el colágeno.

Es capaz de crear volumen en zonas en las que la producción natural de ácido hialurónico han disminuido por la edad.

 

Estos han sido algunos de los factores que han contribuido a que el ácido hialurónico sea el ingrediente estrella de los más prestigiosos tratamientos anti-edad de la actualidad.

(Continuará..)

Besos desde mi blog………….