Para elegir un champú es importante saber que cada cabello es único y, por lo tanto, hay que tratarlo como tal. ¿Pero? ¿Cómo saber cuál es el champú más adecuado según nuestro tipo de cabello?
Cada cabello requiere de unos cuidados especiales. El champú tiene una función limpiadora, pero existen algunas formulaciones específicas para tratar la caspa, dermatitis, seborrea, la grasa u otras afecciones. Por eso es importante saber qué champú necesita cada cabello.
El Dr. Germán Delgado, médico de Svenson, nos da unos consejos para poder elegir mejor:
Pelo graso: Los cabellos con exceso de grasa suelen ensuciarse fácilmente, por lo que necesitan una limpieza frecuente, para evitar la obstrucción sebácea de los folículos pilosos. Por lo tanto, el champú ideal en estos casos debe contener un pH regulado, que limpie en profundidad, pero sin irritar el cuero cabelludo.
Pelo con caspa: “La caspa no es más que una descamación excesiva del cuero cabelludo, que puede ser desencadenada por diversas causas como el estrés, desequilibrios hormonales y dermatitis seborreica, entre otras”, señala el doctor Delgado de Svenson. Para ellos se recomiendan productos formulados a base de extractos naturales con efecto descongestionante, purificante y acondicionador, principales necesidades de este tipo de cabello.
Pelo secos y estropeados: Reconocer este tipo de cabello es sencillo ya que adquiere una aspecto opaco y quebradizo, debido a la falta de humedad y de nutrición. El champú ideal para este tipo de cabello debe ayudar a rellenar las grietas creadas por la sequedad, aportando docilidad y brillo.
Pelo fino: El cabello fino y lacio suele ser una de las principales causas de la falta de volumen. Este tipo de pelo suele ser más frágil y vulnerable y necesita de cuidados especiales, como el uso de champús que le aporten cuerpo. Lo más adecuado para ello son los champús extra suaves, que no contengan sulfatos o por lo menos en cantidades muy bajas.
Y además no olvidar que….
Es aconsejable alternar el champú específico para el tipo del cabello con uno suave.
La frecuencia de lavado tiene que venir determinada por la suciedad del cabello. Puede hacerse incluso a diario, siempre que se utilice el producto adecuado.
Es recomendable masajear con suavidad al lavarse el pelo. Los masajes capilares favorecen la circulación sanguínea del cuero cabelludo, lo que implica una mayor oxigenación y aporte nutricional del bulbo capilar.
Se debe evitar lavar el pelo con agua a muy alta temperatura. Incluso, el último aclarado debería realizarse con agua fría.
No es aconsejable frotar el cabello con la toalla para eliminar la humedad después del lavado. Lo ideal es envolver el cabello en la toalla, durante no más de 5 minutos, para que se absorba el exceso de humedad.
¿Y vosotros? ¿Cómo es vuestro pelo? ¿Estáis utilizando el champú adecuado? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!!
