El membrillo es una fruta típica del otoño y del invierno que no suele comerse fresco debido a su sabor ácido y áspero. Ello no quita su empleo sobre todo para la elaboración de mermeladas, confituras, jaleas y carne o dulce de membrillo. ¿Quién no ha comido alguna vez carne de membrillo con queso, frutos secos, galletas o uvas? Es un postre exquisito!!!
El membrillo contiene pocas calorías (menos de 26 kcal por cien gramos), pero al consumirse normalmente en su versión cocinada con azúcar, lo convierte en un postre a evitar o tomar con mucha moderación para las personas que quieren perder peso, a no ser que lo tomen edulcorado o sin azúcar. (Más abajo os cuento cómo prepararlo).
Es un excelente complemento para los niños, jóvenes y deportistas, ya que es una buena fuente de hidratos de carbono simples (gracias al azúcar), vitaminas (provitamina A, C, B1, B2), fibra (pectinas y mucílagos) y minerales (potasio, magnesio, calcio, fósforo, manganeso, hierro).
Debido a sus propiedades benéficas, el membrillo también es usado para hacer un jarabe medicinal natural (preguntad en tiendas de dietética o herboristerías). Las propiedades más significativas del membrillo son:
Trastornos gástricos. (Gastritis, úlceras, hernia de hiato).
Ayuda a estimular el hígado y a abrir el apetito.
Ayuda a regular los problemas de tránsito intestinal. (Diarrea y estreñimiento).
Para regular la hipertensión arterial. (Por su elevado contenido en potasio y bajo en sodio).
Tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. (Por su alto contenido en taninos).
Esta indicado para estimular al hígado y abrir el apetito.
Propiedades tónicas que abren el apetito.
Contribuye a regular el colesterol, mediante su contenido en fibra soluble en forma de gel viscoso que actúa como una esponja que absorbe las grasas y el colesterol, disminuyendo la absorción de estas.
A pesar que es muy habitual encontrar carne de membrillo (envasado o al corte) en los comercios de alimentación, hacer carne de membrillo no es muy complicado, y os aseguro que el sabor no tiene nada que ver. Por si os animáis a preparar carne o dulce de membrillo casera, os paso un link con la receta:
http://www.recetasdemama.es/2007/11/dulce-de-membrillo/
Para los queráis un dulce de membrillo bajo en calorías y quizá algo menos dulce, podéis sustituir el azúcar por algún edulcorante, (mi favorito es la estevia). Para ayudar a cuajar el membrillo, en este caso, podéis usar algunas hojas de espesante como el agar agar, porque sino os quedará una crema espesa pero no cuajada.
¿Y vosotros? ¿Cómo soléis comer el membrillo? ¿Os gusta el dulce de membrillo? ¿Lo hacéis en casa? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!
Besos desde mi blog!!!
A mi me encanta el Membrillo. Siempre tengo en el frigorífico ! Está delicioso !
🙂 Ya somos dos!! Besos
Hola Gemma!! me ha encantado el post, ummm que dulce!! me encantaaaa!! nunca falta en mi nevera. Siempre lo compro hecho, pero después de ver lo fácil que es la receta que nos enseñas merece la pena probarlo. Así que ya te contaré!!!!
Besotes!!!
Hola Lina!!!! Sí, hacer membrillo en casa no es complicado. Si lo haces con azúcar se te aguantará muchísimo tiempo!!! 🙂 Yo lo preparo cuando encuentro membrillos frescos en mi frutería. Y sino, también suelo tener siempre carne de membrillo preparada en la nevera. Besos
Solo interesarme por saber como haces para que quede duro el dulce de membrillo, pues yo, que lo hago todos los años pues tengo un árbol en el jardín. En este año en concreto he intentado que quede duro poniendo menos azúcar del que recomiendan (1 kg prod. por 1 kg azúcar), pero no lo consigo se queda pastoso. He visto que usan un espesante llamado agar agar, pero resulta un poco caro. Gracias de todas formas.
Sí, yo pongo agar aguar para que quede más espeso aunque hay personas que con el azúcar les basta. Saludos