¿A quién no le apetecería comer unas deliciosas torrijas en Semana Santa? ¿Pero? ¿Cuántos de vosotros (o vosotras) no os atrevéis a prepararlas por miedo a que después la báscula os pase factura?
Ls torrijas habitualmente se preparan a base de rebanadas de pan empapadas en leche o vino que tras ser rebozadas en huevo son fritas en una sartén con aceite; finalmente, se aromatizan con diversos ingredientes: canela o algún licor, y se endulzan con miel, almíbar o azúcar.
No hay uno de estos ingredientes que no engorde por lo que aquellas personas que estén en plena fase de adelgazamiento pensarán que esta Semana Santa tendrán que olvidarse de las torrijas. Nada más lejos de la realidad!!!!!