
La articulación de la rodilla es la más grande y compleja del cuerpo debido a la cantidad de estructuras internas que la componen: huesos, cartílagos, ligamentos y líquidos. Su función principal es dar estabilidad y movilidad (flexión-extensión) a la pierna. Y queramos o no, es una de las partes del cuerpo más propensa a lesionarse o a tener algún tipo de dolor o problema relacionado con la fascia.
Además de las articulaciones, la rodilla se mueve gracias a los músculos y tendones de las piernas. Las rodillas permiten que las piernas puedan doblarse y enderezarse, por lo que si alguno de sus componentes se lastiman, además de causar dolor, se pueden tener problemas para andar, correr, subir escaleras, agacharse o hacer cualquier movimiento que implique la movilidad de la pierna y estabilidad del cuerpo.
Algunas de los problemas de las rodillas, como los causados por un accidente, ya sea una lesión, golpe o caída no se pueden prevenir a no ser que se lleven protecciones especiales en las rodillas. (¡Ojo! a los patinadores, esquiadores y jugadores con riesgo de caída). Sin embargo, muchos problemas de las rodillas pueden prevenirse si se toman algunas precauciones:
Sí. Efectivamente, si cuidamos nuestra dieta diaria (!ojo! no confundamos con adelgazar), introduciendo alimentos naturales y funcionales (o súper alimentos como se les llama ahora) que ayuden a fortalecer nuestro sistema inmunológico, tendremos una batalla ganada para prevenir infecciones respiratorias, resfriados y otros problemas típicos del invierno.
Para ello, en vuestra lista de la compra semanal no os olvidéis de incluir:
Comer sin gluten es esencial para las personas que tienen una enfermedad celíaca (EC) o bien con problemas de intolerancia al gluten (IG) o alguna sensibilidad relacionada a ello (me incluyo en estos grupos). Eso no cabe duda. Ambos trastornos pueden causar calambres estomacales, diarrea, estreñimiento, hinchazón, y en el caso de la enfermedad celíaca, eliminar el gluten de su dieta previene los síntomas arriba descritos además de interferir con la mala absorción de nutrientes (Puedo yo misma dar fe de ello y de lo molesto que es). Pero ¿qué hay del resto de personas?
¿Pueden los deportistas o personas que quieren adelgazar (y que no tengan ningún problema de intolerancia ni alergia al gluten), esperar ningún beneficio de rendimiento de salud al dejar de tomar la proteína (gluten) presente en el trigo, espelta, avena,
¿Y cómo podemos medir la alcalinidad o acidez de los alimentos? El grado de alcalinidad y de acidez se mide a través de una escala de pH (potencial de hidrógeno), mediante una escala del cero 0 (ácido extremo) hasta 14 (alcalino extremo), siendo el 7 el valor base o neutro.
Es una valiosa herencia cultural, que a partir de la simplicidad y la variedad ha dado lugar a una combinación equilibrada y completa de los alimentos, basada en productos frescos, locales y de temporada en la medida de lo posible.
Pero comenzando por el principio: esta dieta se basa en las propiedades benéficas obtenidas del consumo del aceite de oliva crudo (que reduce el nivel de colesterol en sangre), fruta y verdura fresca, (ricos en vitaminas y fibra)
Con la edad, los tejidos (sobre todo en el rostro y mentón) tienden a relajarse, produciéndose unos antiestéticos pliegues que delatan el paso del tiempo. Para ello, es conveniente seguir una dieta variada y saludable, rica en “colores variados” es decir: frutas y verduras (a poder ser de temporada), legumbres, cereales integrales, semillas, frutos secos y aliñada con aceite de oliva de primera prensada en frío (como podéis intuir hablo de la dieta mediterránea), rica en nutrientes que contribuyan a aportar los ingredientes necesarios para que la piel pueda fabricar las fibras que le dan sostén: Colágeno, elastina y ácido hialurónico.
Los alimentos a incluir para que el cuerpo fabrique estas sustancias por sí mismas a través de la dieta diaria deben ser; Vitamina A o beta caroteno: Zanahoria, tomate, huevos, calabaza, boniatos, y alguna fruta. Vitamina C: naranja, pomelos y cítricos, kiwi, coliflor, frutos rojos. Vitamina B6: Germen de trigo, cereales integrales, verduras, carne, soja, legumbres. Proteínas Vegetales (soja y derivados, legumbres, sésamo) y animales (pollo, pescado, carne, huevos y lácteos).
El colágeno es una proteína natural que más abundantemente encontramos en el cuerpo humano. Como proteína estructural, es el componente fundamental del sistema de sostén del organismo: los huesos, cartílagos, tendones, membranas basales, piel, cornea y algunos órganos del cuerpo. Por eso, la importancia biológica del colágeno es muy significativa. Pero eso no es todo:

