Este fin de semana una amiga me regaló un dodecaedro, aparentemente sin otro fin que el decorativo, pero con muchas más propiedades de las que nunca me hubiese imaginado.
La figura tiene nombre propio, a parte de dodecaedro, claro. Su nombre es DODE.
Motivada por mi curiosidad nata, empecé a googlear un rato y recopilé la siguiente información:
El DODE es un poliedro regular de doce caras (dodecaedro) de construcción en forma de red (reticular) con esferas en los vértices. Su autor lo diseñó en el año 1985 inspirado en el libro La Divina Proporción de Luca Pacioli.
El DODE tiene propiedades de armonizador energético debido a su proporción áurica del número Phi, que se encuentra en todas sus partes. El DODE está compuesto por doce caras pentagonales y veinte esferas en sus vértices que aumentan y potencian la vibración cuántica de sus ondas de forma que éstas armonizan el ambiente del lugar en que se halla.
Normalmente, el DODE se utiliza como elemento decorativo y tiene un radio de acción de 3 metros aproximadamente.
El número Phi es conocido como el número áureo o de oro (también llamado número dorado, razón áurea, razón dorada, media áurea, proporción áurea y divina proporción) representado por la letra griega f f (en honor al escultor griego Fidias), también es conocido como el número irracional.
Phi=1,618033988749894848204586834365638…
Representación del número Phi en la naturaleza:
Las espirales de las caracolas se desarrollan en proporción Phi
La flor del girasol dispone de espirales a la derecha e izquierda (Dividiendo unas por otras tenemos la proporción Phi)
La armonía y resistencia del huevo vienen dados por su proporción áurea (Phi).
El número Phi en el cuerpo humano:
En el cuerpo humano de los adultos, si dividimos la altura del suelo a la cabeza por la altura del suelo al ombligo tenemos la proporción Phi.
El número Phi en el arte:
El número áureo aparece en las relaciones entre altura y ancho de los objetos y personas que aparecen en las obras de Miguel Ángel, Durero y Leonardo Da Vinci, entre otros.
En la pág. 61 de la novela de Dan Brown El código Da Vinci aparece una versión desordenada de los primeros ocho números de Fibonacci (13, 3, 2, 21, 1, 1, 8, 5), que funcionan como una pista dejada por el curador del museo del Louvre, Jacques Saunière. En las páginas 121 a 123 explica algunas de las apariciones del número Phi en la naturaleza.
¿A qué es interesante? ¿Alguien de vosotros conoce alguna otra historia que queráis compartir sobre el número Phi?
Besos desde mi blog!!!!!!