Con la llegada del verano, del buen tiempo y de las vacaciones, llega el momento para muchos, de poder hacer realidad sus sueños. VIAJAR. Descubrir otras culturas, gastronomía, costumbres, museos, lugares emblemáticos o simplemente disfrutar de las olas de algún océano o mar, al cual no estemos acostumbrados. Todo vale.
Un viaje es el regusto de otro viaje. Planificar un viaje ya es una sensación placentera, y a medida que lo vas desarrollando, el placer todavía es mayor. Para viajar se necesita un medio de transporte. Coche, tren, autobús, avión o barco son los más habituales, pero os aseguro que los viajes de larga distancia a dos ruedas se viven de otra manera.
Hace algunos años, hice un viaje por toda la costa francesa hasta llegar a Italia (San Remo) en motocicleta. La experiencia fue dura y cansada, pero divertida y fantástica. Poder moverme sin grandes problemas por la carretera, el casco urbano y hasta poder dejar la moto aparcada casi justo en la orilla del mar, simplemente para darme un chapuzón entre el camino a quién sabe dónde, es una sensación que nunca olvidaré. Tampoco olvidaré el sentimiento de libertad al no estar atada a ningún horario de autobús, retraso en el tren o simplemente por no encontrar aparcamiento en alguna ciudad (Es lo bueno de ir en moto) O la ilusión al encontrarme algún otro grupo motero que también estaba en ruta, y como no, saludar en la carretera a las demás motos que circulaban en sentido contrario, ya sea con los dedos de la mano en V o moviendo el pie. (Me emociono por todo.. jajajaja)
Como yo (y como muchos), Alicia y Álvaro planearon un viaje especial: dar la vuelta al mundo. Lo mejor del caso, es que ellos pudieron aparcar su vida por un año y lanzarse a la aventura de visitar Canadá, Bolivia, Chile, China, Tailandia, Laos y gran parte de Europa. Todo eso con un medio de transporte muy especial. Iban en bicicleta. Ellos se atrevieron a sentir más viajando en bici.
Además de viajar, hay otras experiencias que pueden enriquecernos como personas. Aprovechando la sensación que nuestros sentidos (de gusto, de oído, de olfato etc.) pueden recibir de un alimento, un producto, un cuerpo o de un lugar, Nestlé Gold (una experiencia chocolatera intensa y sorprendente en todas sus formas) ha creado una comunidad en Facebook ( Atrévete a sentir más ) para explorar experiencias e ideas inspiradoras que retan la capacidad de sentir más y un blog “atreveteasentirmas.es” desde el que los especialistas en sentir más (no os perdáis el post de mi querido amigo Fabián Martín) nos desvelarán sus secretos para que tomemos ideas para potenciar y/o descubrir nuestra capacidad de sentir.
¿Y vosotros? ¿Os atrevéis a sentir más? ¿Cuáles son vuestros sueños o proyectos que os gustaría que se hicieran realidad? No dejéis nunca de soñar y de luchar porque vuestros sueños se conviertan en realidad, saboreando y sintiendo cada minuto que pasa….
Besos desde mi blog!!!
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No había leído éste post todavía y me ha parecido precioso. Vaya aventura de viaje!!! Y el tuyo tuvo que ser fantástico, con lo bonita que es toda esa Costa y de motera ¡¡que envídia!!! y que experiencia!!.
Yo tengo que reconocer que soy más comodona para viajar y realmente no sé si sería capaz de hacer un viaje en bicicleta, en moto no te digo que no porque me encantan aunque el último porrazo me está saliendo un poco caro, pero bueno todo pasará….. Y en cuánto a lo de sentir más, estoy encontrándome últimamente con ésta bonita palabra que dejamos de lado muchas veces por no darnos cuenta de cuánto podemos sentir en un día. Desde el aire fresco que recibes al levantarte por la mañana y que merece la pena cerrar los ojos para sentirlo bien, hasta la más mínima cosa que merece más que la pena ser sentida de una manera consciente.
Así que vamos a sentir más todos los días y nunca dejar de soñar!!!!!!!!
Besos soñadores!!!! de buenas noches!!!
Muchas gracias Linaaaaa.. Si, sí, sí. Deberes para el fin de semana. Sentir y disfrutar más de los momentos bonitos que nos ofrece la jornada. Hasta una cosa tan básica como preparar y comer el desayuno puede volverse en un ritual o momento de placer. Visitar a aquella amiga que hace tiempo que no la ves. Decir Te quiero y acompañarlo con un abrazo, o bien ir a pasear por el casco antiguo de una ciudad, en la que se vive, o bien en plan mini excursión. De lo que se trata es de disfruta el momento y no dejar de soñar… CARPE DIEM! Besooos