Consejos para evitar el sii en verano

La llegada del calor y las vacaciones suelen alterar de manera significativa la rutina, los buenos hábitos y la alimentación, aspectos que, si se desequilibran, pueden afectar a las personas que padecen Síndrome de Intestino Irritable (SII). Ya he hablado de ello en varias ocasiones, pero quiero en este post volver a recordar una base de consejos para evitar este transtorno que puede llegar a ser muy molesto a veces.

Os recuerdo que el Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional digestivo crónico y benigno, que se caracteriza clínicamente por la asociación de hinchazón, dolor o molestias abdominales y alteraciones en el hábito deposicional.

microbiota e intestino SII
microbiota e intestino

A pesar de ser un trastorno benigno, el mismo requiere de ciertos cuidados y puede afectar a la calidad de vida de las personas que lo padecen.

Los pacientes que padecen SII deberían evitar el consumo de especias, cafeína, picantes, grasas, formadores de gases y comidas muy condimentadas para que el intestino no se resienta

Se recomienda también una buena hidratación, la ingesta de cuatro o cinco comidas al día, y evitar el consumo de otras sustancias como el tabaco y el alcohol

Una dieta y un estilo de vida saludable, ordenado y equilibrado ha demostrado, a corto plazo, que ayuda a manejar y reducir los síntomas gastrointestinales en pacientes con SII.

La Dra. Ana Ortiz, gerente del área de Salud de Farmasierra, sugiere algunas recomendaciones en torno a la alimentación, como “llevar una dieta saludable, evitando aquellos alimentos que son mal absorbidos en el intestino delgado; y reducir los platos de gran aporte calórico, que hacen que el aparato digestivo se resienta. Es recomendable realizar una mayor cantidad de estímulos, quizás cinco comidas al día, pero de platos más livianos y comer a un ritmo relajado en horarios regulares”.

Alimentos que deben excluir de su dieta las personas con SII

La alimentación es un punto fundamental a la hora de lidiar con un trastorno digestivo que no tiene un tratamiento único, idóneo ni curativo1.

La mayoría de los pacientes con SII tienen una lista de enemigos comunes que hay que intentar evitar, conformada por las especias, la cafeína, los picantes, las grasas, los formadores de gases -como las legumbres o el brócoli- y las comidas muy condimentadas1. Por otro lado, es importante hidratarse diariamente, al menos dos litros de agua por día, consumir frutas y verduras de manera moderada y no excluir alimentos sin conocimiento, ya que podría poner en peligro la ingesta adecuada de nutrientes1.

Algunos pacientes suelen realizar dietas de exclusión, eliminando alimentos como la lactosa, el gluten, entre otros.

Dichos alimentos deben excluirse únicamente si existe un diagnóstico como tal por parte del gastroenterólogo o si se identifica evidentemente una sensibilidad o intolerancia ante ellos.

No existen alimentos prohibidos o malos; de hecho, el plan alimenticio debe aspirar a ser lo más variado posible. Cada paciente conoce cuáles son los alimentos que le sientan peor.

Por este motivo, es sumamente importante tenerlos identificados e intentar reducirlos al máximo para prevenir la aparición de síntomas molestos.

Desafortunadamente, en algunos casos, un plan alimenticio saludable no siempre es suficiente para contrarrestar todos los síntomas del trastorno en cuestión. Sin embargo, una buena alimentación puede ser complementada a su vez por un suplemento probiótico específico que colabore en el equilibrio del microbiota intestinal y en el manejo de dichos síntomas.

La cepa Bifidobacterium longum 35624 es una cepa probiótica exclusiva que a través de estudios clínicos ha demostrado su capacidad de para aliviar el dolor abdominal , reducir la flatulencia y la distensión abdominal, mejorar los hábitos intestinales y normalizar los niveles de citoquinas