Las prisas, el estrés, la falta de tiempo o simplemente comer adecuadamente puede generar una cadena de problemas en el tracto digestivo que a veces acaba desembocando en molestias nada agradables. Por ejemplo: ¿Cuántos de vosotros ha sentido alguna vez un ardor que comienza en la boca del estómago y puede llegar a extenderse a todo el sistema digestivo?
Si habéis respondido afirmativamente, quizá vuestro problema es debido a la acidez estomacal, un trastorno que sufre una de diez personas por lo menos una vez al mes. No se trata de un problema grave, pero sí que es muy molesto (lo sé porque yo misma lo he sufrido varias veces).
Ello es debido al efecto de una excesiva acidificación de los alimentos por fermentaciones malsanas ocurridas normalmente después de comidas copiosas y pesadas (o ricas en grasas o fritos), o bien después de beber bebidas alcohólicas, colas, café, tabaco o en algunos casos (como me suele suceder a mí, después de comer alimentos demasiado ácidos, como naranja, o con otros alimentos como algunos productos lácteos o algunos tipos de cereales (no todos los trigos y panes fermentados son iguales), y !ojo! que no hablo de gluten, solo de calidad de «trigo» o grano.
También suele darse durante el embarazo (sobre todo en el primer y tercer trimestre, cuando el estómago queda desplazado por el espacio que ocupa el bebé en el útero de la madre), o bien en las personas que sufren hernia de hiato o cuando hay reflujo gastroesofágico.
La acidez de estómago se caracteriza por una sensación de ardor muy desagradable, (como si el estómago tuviese fuego en su interior) que a veces puede abarcar hasta la zona del pecho y/o bajo el cuello pudiendo llegar a regurgitar algo de comida con un desagradable sabor ácido.
Si el problema de acidez solo surge de una manera puntual y está relacionada con una comida abundante o por haber comido demasiado rápido o por haber ingerido algún alimento que nos ha sentado mal, no tenemos por qué preocuparnos mucho. Podemos pedir consejo a un médico o farmacéutico para que nos de algún antiácido de acción puntual (ya sea en fitoterapia o medicamento). Pero eso no es todo:
Lo más preocupante es cuando el ardor persiste. En ese caso, siempre debe acudirse a un médico o especialista para que realice algunas pruebas médicas (normalmente una endoscopia y/o biopsia de los tejidos de la zona) para descarte alguna patología o averigüe la causa del problema. Os aconsejo no dejar el tema aparcado. Algunos tipos de problemas intestinales incluido en Síndrome del Intestino Irritable pueden desencadenar reflujos esófago gástricos y más. (Ya hablaré de ello en mi blog).
Como norma general y para evitar la acidez de estómago es aconsejable evitar las comidas muy picantes, demasiado grasas o pesadas, así como demasiado calientes (ya que pueden irritar la mucosa gástrica). Quizá habréis oído hablar de la Dieta FODMAP. Veamos:
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