Trucos para destapar la nariz este invierno

 

Una de las molestias que siempre sufrimos cuando estamos resfriados, es tener la nariz taponada. Ante esto, nuestro principal recurso es usar un tipo de spray con medicamento que, además de no ser natural, en ocasiones crea incluso algún tipo de adicción.

Por eso, en este artículo te enseñamos algunos trucos para destapar tu nariz en casa sin la necesidad de emplear productos químicos y que, además, te ayudarán a que te recuperes mucho antes.

1.   Ten un humidificador cerca

Cuando estamos resfriados, tener un humidificador cerca siempre es una buena opción frente a cualquier spray de farmacia. Ya que el mejor aliado ante una congestión nasal, es un ambiente húmedo que facilite la respiración.

Además de ser un remedio perfecto para humedecer las fosas nasales y evitar tener la nariz taponada, también lo es para evitar la tos. Y es que, aunque creamos que poner la calefacción en casa y estar calentitos es una buena decisión para frenar la tos, realmente este es uno de los factores que generan sequedad de la garganta. Algo que, con el paso de los días, hace que tengamos incluso más tos.

¡Un consejo! Añade aceites esenciales al humidificador, como de eucalipto o menta. Estos, ayudarán a que los efectos del humidificador sean mucho más efectivos y los síntomas del resfriado sean más llevaderos.

2.   Masajea tu nariz para descongestionarla

Tal vez nunca antes lo habías pensado, pero al igual que masajeamos un músculo para deshacer nudos o contracciones, también podemos realizar pequeños masajes en la nariz cuando estemos resfriados para que la congestión no sea tan molesta.

Para ello, simplemente tienes que realizar suaves círculos durante dos o tres minutos con los dedos en el entrecejo, los laterales de la nariz y sobre el labio superior; que son las zonas donde se acumula la mucosidad.

En cuanto termines, coge un pañuelo y suénate la nariz. Notarás cómo tus fosas nasales se han abierto y cómo es más sencillo eliminar la congestión.

3.   Lavados de agua salada

Seguro que, alguna vez, has tragado sin querer agua del mar. Su efecto es casi automático: de repente, nuestra nariz está totalmente limpia. Con este tipo de lavados, conseguimos el mismo efecto, por lo que son perfectos para los días de inviernos que tengamos algo de congestión.

De hecho, los expertos recomiendan realizar este tipo de lavados no solo cuando estamos constipados; sino incluirlos en nuestra rutina de limpieza e higiene para que nuestra nariz siempre esté limpia. Al igual que limpiamos nuestros oídos, por ejemplo.

Para realizar un lavado de este tipo, únicamente tenemos que llenar una olla de agua con sal, ponerla al fuego y, cuando esté muy caliente, retirarla y respirar su vapor. Notaremos cómo poco a poco nuestras fosas nasales se abren y es mucho más fácil respirar.

Un pequeño consejo, es que el agua que empleemos sea destilada. Debido a que, al ser libre de impurezas, esta es mucho más limpia y es más sano respirar su vapor.

4.   Pon a prueba las propiedades de la cebolla

Para muchos, el peor momento para tener la nariz taponada es la noche. Cuando llega el momento de irse a la cama, estamos cansados, pero no podemos dormir a causa de la mucosidad acumulada.

Ante esta situación, prueba a cortar una cebolla por la mitad (no es necesario pelarla) y a colocarla en la mesilla de noche mientras duermes. ¡Te sorprenderá! Su olor hace que se abran totalmente las fosas nasales para que puedas respirar con muchísima menos dificultad. De esta forma, descansarás más por las noches y volverás a estar sano mucho antes.

¡Un pequeño apunte! Aunque a la mañana siguiente pienses que el olor a cebolla se ha impregnado en tu ropa o tu pelo, no te preocupes. Es solo una sensación tuya tras largas horas inspirando el olor a cebolla. Conforme pase la mañana, tú mismo dejarás de sentir ese olor, que para muchos no es muy agradable.

Incluso, como ocurre con los humidificadores, la cebolla también es perfecta para aquellos que, durante un resfriado, tienden a tener tos. Aunque no a todos nos funcionan por igual estos trucos, seguro que si pones alguno de ellos en práctica sí te hace efecto. Solo hay que tener paciencia, probarlos todos y ver cuál de ellos es el que mejor te funciona