Los días soleados y las agradables temperaturas de la primavera no solo hacen que se esté más tiempo fuera de casa, sino que es el momento del año en el que muchas personas comienzan a practicar deporte al aire libre, ya sea porque se quieren poner en forma antes del verano o bien porque ponerse en forma con este tiempo parece más sencillo y las opciones para realizar cualquier actividad física se multiplican en estos meses.
Uno de los principales inconvenientes se encuentra en la floración de las plantas, que deriva en la aparición de alergias. Sin embargo, la primavera es la época perfecta para practicar algunos de estos deportes:
Walking: O andar a paso ligero. En este caso no hablamos de un simple paseo, lentamente y mirando escaparates. Tampoco hace falta ir casi al trote, pero sí que nos referimos a un tipo de marcha ágil, siempre andando y sin llegar a correr. se centra más en los beneficios propiamente dichos de la acción de ANDAR como actividad física. Es una actividad física que comporta pocos y no es extenuante para el organismo. Libera las tensiones y/o el estrés que se puede haber acumulado durante la jornada (si la caminata es por la tarde, y por la mañana puede ayudar a despejarnos y a tomarnos el día con más vitalidad y energía. Ayuda a estimular el metabolismo, a mejorar la circulación sanguínea y aumentar el ritmo cardíaco, previniendo los problemas del corazón.
Running: la llegada del buen tiempo hace que el número de runners se multiplique ya que se puede practicar en cualquier rincón de la ciudad. Aunque muchos entrenan para participar en una carrera popular de 5 ó 10 kilómetros, otros hacen running para sentirse bien y ponerse en forma. Se trata de una actividad física que reduce el riesgo de padecer diabetes, favorece el control del peso, la buena digestión y el descanso, fortalece los huesos y ayuda a combatir la ansiedad.
Trekking: ir a la montaña a practicar senderismo es una actividad física muy saludable que no requiere tener una excelente condición física. De esta sencilla manera fortalecerás los lazos familiares, saldrás de la rutina diaria de la ciudad y fomentarás un estilo de vida saludable. Se trata de una gran oportunidad para disfrutar de la naturaleza en plena época de floración mientras se hace ejercicio.
A ello se le suma sus beneficios para la salud cardiovascular, el control de peso debido a la quema de calorías que supone una jornada de senderismo y ganar músculo al fortalecer zonas del cuerpo que no se fuerzan a diario. Es aconsejable comenzar con las rutas para todos los públicos para después, según se esté más en forma, ir a otras de mayor dificultad y varias horas de duración.
Mountain Bike: es otra forma de subir a la montaña para practicar deporte, aprovechar que las rutas ya no están anegadas debido al fin del invierno y disfrutar de parajes naturales. Entre otros beneficios para tu salud, montar en bicicleta te ayudará a prevenir el estrés y dolores de espalda, tonificar los músculos, aumentar la capacidad pulmonar y controlar el peso. Se recomienda una correcta hidratación previa y posterior al ejercicio que será de gran utilidad para tu organismo, al igual que una alimentación saludable.
Kayak o Rafting: es una de las modalidades deportivas de mayor riesgo por la fuerza del agua en los descensos, pero al mismo tiempo de las más divertidos para realizar con amigos. Practicando este tipo de deportes acuáticos no solo se aumenta el bienestar, sino que también a nivel físico se fortalece la musculatura, mejora el equilibrio y resulta un complemento perfecto para alcanzar los objetivos de tu plan de entrenamiento. La dificultad del rafting permite desconectar del ritmo de vida diario durante unos minutos gracias al alto nivel de concentración que requiere.
Yoga: practicar esta disciplina al aire libre es más recomendable que en un gimnasio ya que se está en contacto directo con la naturaleza, lo que facilita la relajación del cuerpo y la mente. En este sentido, la primavera es el instante perfecto para ello debido a que la temperatura es suave y el sol todavía no calienta en exceso. El yoga nos ayudará a llevar un estilo de vida saludable y alcanzar un estado de armonía con uno mismo.
Si además de ejercicio físico, seguimos una dieta equilibrada, rica en verdura, fruta y legumbres, y descansamos como mínimo de 6 a 8 horas cada noche, ¡nuestra salud nos lo agradecerá!
¿Y vosotros? ¿habéis comenzado a practicar alguna nueva actividad física esta primavera? ¿Estáis pensando en ello? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!
Besos desde mi blog!
muy buena información!! gracias por el post!!