En materia de ronquidos, (¿Tenéis alguien de vuestro entorno que sufra de ellos?) existen miles de soluciones que invaden las páginas de Internet. En este post vamos a hablar de posibles «soluciones» o propuestas (por decir algo) como mínimos singulares.
Algunos de los remedios populares más empleados con el fin de acabar de una vez con estos desagradables ruidos se detallan a continuación. Ya os aviso que NO TODOS ELLOS FUNCIONAN, es más, me gustaría conocer vuestras opiniones al respecto. Hay un total de 15. Vamos a detallarlos uno a uno. Veamos:
1- Chasquidos de lengua. Este es un remedio que suele poner en práctica el compañero de habitación de la persona que ronca. No es una solución permanente sino transitoria pero, al menos, funciona durante un rato, ya que al producir un ruido o, incluso, tocar a quien ronca, se produce una ligera alerta en el roncador que hace que el cerebro aumente el impulso respiratorio y activa el tono de los músculos de la faringe.
2- Tiras nasales. Son un clásico método para solucionar el problema de los ronquidos. Lo que hacen es estirar la nariz para que puede pasar mayor cantidad de aire al respirar. Se pueden adquirir en cualquier farmacia o supermercado.
3- Realizar gimnasia en la boca. En algunos casos se practican ejercicios para fortalecer los músculos de esta parte de la cabeza y así reducir la frecuencia de los ronquidos o su fuerza. Es recomendable hacerlo con el consejo del especialista pues existen ejercicios utilizados en foniatría o de reeducación de la voz que pueden ayudar, como abrir la boca, mover la mandíbula, estirar y mover la lengua de un lado a otro o, incluso, tararear o cantar.
4- Gárgaras. Hay varias recetas por la Red con las cuales se aconseja hacer gargarismos, con el objetivo de solucionar el problema de los ronquidos, sobre todo cuando son acusados por un resfriado o congestión nasal. Entre ellas, hay una que consiste en elaborar una infusión de hojas de frambuesa con dos cucharadas de miel y realizar gárgaras con ella. Otra opción que se plantea es prepararlo con un puñado de hojas de salvia, con una infusión de menta o una gota de aceite de esta planta en un vaso de agua fría.
5- Cebolla. Este truco consiste en cortar una cebolla por la mitad, echarle una pizca de sal y ponerla en la mesilla de noche antes de acostarse. La razón es la misma que el remedio anterior, puesto que tradicionalmente se ha utilizado como descongestivo natural.
6- Eucalipto y menta. Otras opciones que se suelen utilizar son vahos o inhalaciones de vapor con las hojas de estas dos plantas antes de irse a dormir, con el fin de abrir las vías respiratorias y suavizar la garganta. También se recomienda echar algunas hojas en la almohada o en el cabecero de la cama.
7- Aceite de oliva y ruda. Este remedio consiste en mezclar un vaso de aceite de oliva con 50 gramos de ruda, en un recipiente hermético. Dejar reposar durante 14 días. Después, es necesario colarlo y untarlo antes de acostarse en cuello, nariz y nuca.
8- Infusiones. El té de ortiga y el de Oolong son dos opciones usadas para calmar los ronquidos. En el primer caso, se toma antes de dormir, incluso se hacen vahos con la infusión y luego se bebe. El té de Oolong se tome una o dos horas antes de acostarse.
9- Cúrcuma. Hay personas que la usan con el fin de dejar de roncar toman una cucharada, por ejemplo, disuelta en un vaso de leche caliente, antes de ir a dormir. (Dicen que funcionan
10- Lavados nasales con solución salina. Es un método que se utiliza, sobre todo, con resfriados y congestión nasal. Se mezcla una cucharada de sal y media de bicarbonato en un vaso de agua. Después, se aplica un lavado nasal con este líquido, con el fin de despejar la nariz y evitar que abra la boca la persona que tiende a roncar.
11- Dormir con collarín. Hay personas que utilizan un collarín puesto que, al levantar la barbilla, evitan que la garganta se repliegue sobre sí misma y de alguna manera pueden mantener las vías respiratorias más abiertas.
12- Usar una almohada extra. Este remedio tiene el mismo fin que el anterior: mantener las vías respiratorias abiertas. Permite también tener la cabeza algo inclinada, no tumbada totalmente horizontal, por lo que el conducto de aire se queda abierto y se evitaría así que la persona ronque.
13- Llave de hierro hueca. Es un clásico entre los remedios para evitar los ronquidos. Aunque no hay base científica en este método, lo cierto es que las abuelas decían –y ahora internet también– que, si se coloca una llave antigua de hierro y con eje hueco debajo de la almohada, los ronquidos terminan por irse.
14- Zapatos usados. Otro remedio muy comentado en Internet es el de colocar bajo la cabecera de la cama los zapatos usados ese mismo día en forma de cruz.
15- Dormir de lado. Otro recurso muy utilizado y comentado en Internet es el dormir con esta postura. Al estar bocarriba, la lengua, la barbilla y el paladar, junto con otros tejidos, se relajan y se desplazan hacia atrás, aplastando las vías respiratorias y bloqueando la entrada de aire al respirar, lo que propicia la aparición de ronquidos.
Dormir de lado, a ser posible sobre el costado izquierdo, mejora la digestión y el funcionamiento del páncreas y corazón, así como favorece un correcto drenaje linfático. Hasta se comparten trucos como coser una pelota de tenis en la parte trasera del pijama, de tal forma que, si el roncador intenta voltearse y ponerse bocarriba, la bola le moleste y vuelva a la posición de lado.
Como habréis supuesto NO TODOS ESTOS CONSEJOS FUNCIONAN. Son mitos o trucos caseros de abuelas y ahora internet que se utilizan para remediar los ronquidos. ¿Con éxito? Ya os digo yo que no, aunque me gustaría que vosotros me dierais vuestra opinión.
En pocos días volveré a hablar sobre ello.
Besos desde mi blog