El té puede ser una bebida súper refrescante también en verano. Un buen té frío casero (no valen las bebidas preparadas a base de té) es un refresco saludable, natural y muy refrescante.
El té frío se puede preparar cualquier variedad de té (negro, verde, rojo, azul..) pero se deben seguir algunas pautas en su preparación para que no tome un sabor ácido o agrio.
Hay diversas maneras de preparar un delicioso té frío. Si en lugar de añadir azúcar, se endulza con estevia o algún edulcorante, además de una bebida refrescante, conseguiremos una bebida que nos podrá ayudar a perder o a mantener el peso.
Una de las maneras más sencillas de preparar un té refrescante es la siguiente:
Se calienta un litro de agua sin que llegue a hervir.
Se retira del fuego y se añaden 5 ó 6 cucharaditas (tamaño de postre) de hoja de té.
Se deja
infusionar el tiempo correspondiente según el tipo de té que se esté preparando
y seguidamente se filtra. Se le puede añadir algunas rodajas de limón,
naranja, menta, canela, azúcar o miel (más bien poco), o estevia o edulcolorante, si no queremos añadir calorías extra a la bebida. Hay un sinfín de
ingredientes según la bebida que queramos preparar. Las posibilidades son
múltiples.
Se deja enfriar en la nevera dentro de un recipiente tapado para evitar que el té se oxide y listo!! Ya tenéis una deliciosa bebida con todas las propiedades beneficiosas del té.
Para los que prefiráis preparar un té frío con hielo, deberéis hacer una infusión más concentrada. Antes de añadir el hielo, es aconsejable que la dejéis enfriar a temperatura ambiente para evitar que se altere el sabor y la textura original de la infusión.
¿Os apetece
tomar un té bien fresquito? ¿Té verde o
té negro? ¿Con fruta, con menta, hierbabuema o con canela? ¿Con hielo o granizado?
Estaré
encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!!
También podéis seguirme a través de Facebook